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Descrição do evento
Vuelve La Rata Negra, quitándose el corsé del sonido visceral, los pulmones de los autores vuelven a respirar alocados, agitándose con libertad a la hora de producir canciones; con ese estilo propio, genuino, que da la experiencia y la inquietud, manteniendo la idea original del punk con los gustos del pop más refinado y contagioso. Allí están los tres, dentro del colector. Hablan, discuten, se ríen. La Rata Negra asoma el hocico que afina olfateando todo tipo de fragancias musicales, desde los aromas que emanan las producciones de Phil Spector hasta el hedor irresistible de Jay Reatard o Rikk Agnew, recorriendo la nueva ola, el hardcore o el indie –correctamente entendido, no se dude– norteamericano.
Ahora, fuera de las cloacas, sacudiendo de su cuerpo peludo las aguas fecales a la cara del público, tanto iniciado como bisoño, el roedor vuelve a mostrar sus dientes con “Hawai” (Sonido Muchacho, 2025). Tarde o temprano estarán tocando en tu ciudad o cerca de ella y –ahora viene lo único que quiero que recuerdes de este texto– tienes que ir a verles, pues los conciertos son su mejor baluarte.
Pablo se estira sobre la batería, largo y elástico, invertebrado, tocando con la firmeza y precisión de una goma matando moscas. Fa se repliega sobre su guitarra, sobre sí mismo, absorto, confusamente iluminado a melodías entre el estruendo de la ira y la carcajada de la broma. Violeta, bajo al hombro, canta, comenta, grita, entona erguida con su pelo rizado y negro de tormenta, descargando la mordacidad electrizante de sus ideas.
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